Un gran fin de semana

Pues si pequeños, ha sido un gran gran gran fin de semana. Aprovechando mi inactividad laboral, hemos hecho una pequeña escapada a tierras Pucelanas, donde cierto caballero solía vivir en tiempos remotos.

Y si, hemos hecho de todo. Variadito y entretenio, que siempre es mejor que monótono y aburrido.

Eso sí, el jueves estuvimos de tiendas de comics y por fin pude conocer al señor Álvaro en persona y a su novio. Lástima que este muchacho no viva en Madrid, con lo friki que es, se lo iba a pasar teta, además que estoy seguro que íbamos a ser grandes amigos... ¡¡no todos los días uno conoce a un maricón friki y encima majísimo!! Por cierto, muchas gracias por las corbatas, que están tremeeeeeendas... grrrr me las como todas!!

Nos agarramos un buen buen pedo el viernes, y estuvo bastante gracioso, sobretodo por culpa de la "fiesta de las notas", en las que me reí muchiiiisimo dejando notas anónimas a las pobres almas descarriadas que se cruzaban en mi camino.

El sábado, después de dormir hasta las mil, por FIIIIn pude conseguir el número 2 de GANTZ (ya era hora, dios santo), y me compré el último trabajo de Michael Turner, uno de mis dibujantes favoritos.

Asique después de que los tres (Robel, Miguel y yo), nos dejáramos mucha más pasta de la que en un principio teníamos pensada (y eso que yo me abstuve hasta la muerte de no comprarme todos los de la serie 2 de Ultimates... ya caerán, ya...). Decidimos ir a un concierto de una tipa que yo no había oído en mi vida, pero que por lo visto ellos sí. Era una tal Buika, una negra negruna que canta una especie de flamenco-jazz. Tiene una voz increíble, y el principio del concierto me gustó mucho, además de que el teatro molaba cantidubi. Aún así, sigo pensando que con esa voz, las cancinoes que hace son un verdadero coñazo. Que tía más aburrida, podía meter algo más de ritmo, joder. Y que obsesión tiene por la mentira... madre del amor hermoso, todas las letras hablan de lo mismo.

Después cenamos unos bocatas ricos ricos y estuvimos de nuevo de bares y cervezas, aunque algo me debió sentar mal, y en mi estómago se celebraba una "rave" en toda regla. A punto de vomitar estuve varias veces, y hasta que no me metí en la cama no hubo manera.

Ya el domingo, después del café y de que un perro cagara en la cocina, volvimos a tierras madrileñas bastante tranquilitos y contentos. Antes de volver a Móstoles, eso sí, un capitulillo del anime de gantz, un bocata de chorizo, y un rato íntimo la mar de interesante, jajajaja.

Y para terminar, os dejo el audio que me ha hecho retorcerme en la silla de descojone.

La Manoli se enfada

No te lo doy porque me gustó!! NO te lo doy, Nooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!
¡¡¡Me muerooooooooooooooooo!!!