Hoy voy a ser un poco más escueto de lo normal, porque estoy
(estamos) reventados. Hemos hecho mil cosas y caminado un montón!
Nada más levantaros y apenas a unos minutos en coche del
camping hemos ido a visitar el Te Puia, uno de los géiseres más grandes del
mundo, donde además tienen montado una réplica de un pueblo maorí, con bailes y
muestras culturales de la zona.
El géiser es una pasada, sube hasta casi los 30 metros y suena como
una locomotora… ¡digno de verse! Así, entre japoneses confundidos también hemos
podido ver por fin a varios Kivis en una especie de habitat que tenían montado.
¡Que bicho más raro! Una bola de plumas redonda con un pico largísimo, muy mono
pero muy marciano.
Los bailes y canciones nos han encantado. Por fin hemos
visto una Haka (para quien no lo sepa, es una danza que hacen antes de
enfrentarse al enemigo para infundir temor, y también lo hacen antes de los
partidos de Rugby) en directo, y ha molado tanto como prometía. Aunque solo
eran 4 chicos y 4 chicas, daba bastante impresión (y dos de ellos estaban de
muy buen ver). Lo más divertido de todos es que han sacado a algunos
voluntarios para enseñarles los pasos básicos y… han sacado a Roberto! Me he
partido de risa mientras le grababa y le hacía fotos. Total, que ha estado muy
bien la experiencia.
Unos 50
kilómetros después nos tocaba la zona de Wai-o-tapu,
famosa zona termal con un montón de piscinas llenas de elementos químicos
naturales, cráteres y diversas cosas con olor a huevo podrido. Ay, amigas, que
olor! Había varias caminatas disponibles, sencilla, media, y difícil. Nosotros
hemos escogido la última y la verdad es que al terminarlo llevábamos la lengua
fuera.
Pero ha sido muy curioso, el agua burbujeante con miles de colores, una
piscina redonda muy marciana a más de 100 grados que emite un vapor que se ve a
muchos cientos de metros… Pero chicos, es que huele fatal, xD. Con todo, muy
curioso.
Después de eso teníamos pensado bajar lo más posible a la
zona del Monte Tongariro (uno de los volcanes activos más altos y famosos de
Nueva Zelanda, que además entró en actividad hace unas semanas, congelando el
tráfico aéreo del país un par de días), que es lo que vamos a hacer mañana,
pero de camino hemos visto un par de cosas que merece la pena reseñar.
Primero de todo una de las cosas más increíbles que hemos
visto en nuestra vida, las Haku Falls, unas cascadas enormes, que hacen un
ruido ensordecedor, tienen una fuerza que solo se puede notar estando cerca de
ellas, y lo más curioso es que tienen un color azul turquesa transparente que
embelesa la vista. ¡Una verdadera pasada! Menudas fotacas hemos hecho (la que cuelgo está hecha desde lejos, pero también bajamos al pie de las cataratas).
Siguiendo con el coche, teníamos que recorrer una carretera
que bordea el Lago de Taupo. Este lago es tan grande como Singapur, para que os
hagáis una idea. Además, Nueva Zelanda y Singapur tienen la misma población.
Imaginad toda la población de este país viviendo solo en ese espacio. Increíble,
verdad? El caso es que ha sido la carretera más increíble por donde he
conducido en mi vida. Que vistas, que extensión, que pasada! Al fondo además,
se podía ver cada vez más cerca el Monte Tongariro. Hemos tenido que parar
varias veces para hacer fotos de lo increíble que era lo que teníamos ante
nuestros ojos. Las fotos no hacen justicia, pero por favor, aumentadlas,
merecen la pena.
Ahora, ya estamos en el camping a los pies del Monte, dispuestos
a madrugar para hacer un trakking completito y poner marcha a Wellington, que
en principio, es nuestro último lugar a visitar en la Isla Norte.
3 comentarios:
Me muero d la risa con el baile d Rober!!!! Con su ritmo made in Campaspero!!!
Acercaros al Monte Tongariro porque el volcan que hay al lado es el que utilizaron como modelo del monte del destino que es el Monte Ngauruhoe XD
Ese es el plan para hoy!
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