Sólo llevo levantado dos horas y vaya tela.

Desde el domingo 5 de Marzo (por cierto, un día que va a ser complicado de olvidar) estoy malo con fiebre. Hoy a las 8 de la mañana mi madre me ha despertado para tomarme la medicina, y sin saber muy bien porqué, he recordado que tengo un exámen la semana que viene, y me faltan la mitad de los apuntes. Así, con 38 y medio de temperatura he cogido el coche con dirección al instituto para coger los apuntes de los compañeros y volverme a casa a descansar y pegarles aunque sea un repaso.

Pues bien, en el camino, iba yo pensando en los millones de cosas que tengo en la cabeza, cuando de repente veo a un puto chucho que viene corriendo directamente a los bajos de mi coche. He pegado un frenazo mortal, y justo entonces se ha oído lo que he interpretado como dos cosas: el ruido de las ruedas chirriando, o un perro gritando debajo de las mismas.

Durante el segundo y medio posteriores, he pensado mogollón de cosas. Dios, otra movida más no por favor. Porque cojones ese perro no va con correa. Para que cojones me habré levantado hoy. Porque me he venido por éste camino si siempre voy por la calle paralela... Hasta que justo entonces he visto a puto perro caminando por el otro lado de la acera como si tal cosa. El dueño me ha pedido perdón y yo estaba tan alucinado que ni le he dicho nada. He seguido mi camino como si tal cosa.

Luego he llegado al instituto y me he tenido que dar la vuelta, pues no había clase. Hoy tenían una salida a telefónica o nosequé mierdas. En fin, me voy a meter en la cama a estudiarme la mitad de los apuntes de los que dispongo.

Éste fin de semana me voy a Granada chicos, ya os contaré.